Las empresas de mudanzas tienen en verano una de las épocas de más trabajo. Los datos indican que en esta estación las mudanzas aumentan hasta un 20%, con lo que tienen que estar preparadas para poder afrontar este incremento de demanda de servicios.

Los responsables de las empresas de mudanzas deben ser conscientes de que en verano la mayoría de las personas tienen unos días de vacaciones. Por eso, los horarios de sus clientes cambian, y pueden permitirse encontrar el momento de organizar dicho traslado.

Hay que tener en cuenta, pues, que para estas fechas de verano las compañías que se dedican a las mudanzas deben ser capaces de, además de organizar el traslado de las pertenencias de sus clientes y, especialmente, el embalaje de los muebles, que requiere una especial atención, ofrecer un valor añadido para que el cliente se decida por ellos. También es importante destacar la necesidad de organizar una mudanza segura, teniendo en cuenta aspectos como el etiquetaje de las cajas, y el desmontar al máximo todos los objetos posibles. Si se tiene en cuenta que las estadísticas consideran los meses de julio y agosto como los más habituales para hacer mudanzas, las empresas deben tener en cuenta que realizarlas en ciudades grandes requiere una gran planificación. Por eso, y teniendo en cuenta que la demanda es muy alta en la temporada de verano, deben concienciar también a sus clientes acerca de la necesidad de reservar fechas con antelación.