A la hora de realizar una mudanza a mucha gente le preocupa la integridad de los objetos que vayan a ser trasladados, más aún si se trata de objetos susceptibles de sufrir desperfectos (vajilla, cristalería, etc). Contratando un seguro para tu mudanza, nos cubrimos del riesgo asociado a la pérdida o desgaste de nuestras pertenencias de una mudanza.
Infórmate bien de que tipos de seguros puede ofrecerte tu empresa de mudanzas. En general, cualquier empresa dispone de su seguro de responsabilidad civil y de transporte para cubrir cualquier problema relacionado con su actividad. Sin embargo, muchas de estas empresas también dan la opción de suscribir seguros adicionales a los habituales para incrementar la cuantía de la indemnización en caso de que aparezca algún tipo de problemas con los enseres o, incluso, en caso de que se produzca un retraso a la hora de efectuar el servicio.
Si cuando los objetos llegan a su destino, y se observan muestras evidentes de que han llegado en mal estado y/o dañados, hay que realizar de inmediato la reclamación, sin necesidad de esperar a desembalar. A ser posible, en el mismo momento que se entregan nuestros enseres.
En el caso de que los problemas no sean detectados en el momento exacto de la entrega, es importante hacer la reclamación a la empresa de mudanzas por escrito, para que quede constancia de ella. Los daños, pérdidas, o cualquier problema, pueden reclamarse en un plazo de 24 horas después de haber finalizado la entrega.
Como vemos, un seguro puede ser la forma perfecta de cubrir los costes ocasionados ante algún problema durante la mudanza. Por ello, a la hora de contratar a una empresa de mudanzas, es importante comprobar de qué tipo de seguro dispone y, de entre todas ellas, seleccionar aquella que te proporcione la mayor cobertura posible.